5 estrategias para tratar con colegas difíciles – Es difícil meter a los asociados duros en una caja de tamaño único. Sin embargo, los hay de muchas formas y tamaños. En ningún entorno laboral faltan.
¿Qué pasa con el pasivo-agresivo que se aprovecha de intimidar a los demás? ¿Y qué hay de la escaladora corporativa sabelotodo que se pasea entre la gente con sus tacones de 15 centímetros? ¿O el traicionero de dos caras que se deleita en traicionar sus propias confidencias?
Los compañeros de trabajo desafiantes producen entornos difíciles y también condiciones de trabajo desagradables. Un estudio de la Organización Psicológica Americana (APA) descubrió que el 65% de los estadounidenses mencionó el trabajo como una de las principales fuentes de tensión. Sólo el 37% de los estadounidenses evaluados afirmaron que hacían un trabajo magnífico o estupendo para controlar la ansiedad. De hecho, los problemas laborales superaron significativamente a otros motivos principales de ansiedad, como las preocupaciones por el bienestar o las obligaciones de los miembros de la familia.
No toda la ansiedad en el trabajo puede ser condenada a los asociados duros, pero nuestra oficina es un caldo de cultivo ideal para las personas que presionan nuestros interruptores. Una charla que normalmente no nos pone de los nervios acaba siendo venenosa cuando tenemos que trabajar con ellos todos los días.
La forma en que su equipo maneje a los asociados difíciles tendrá un gran impacto en sus ocupaciones y en su salud. Justo aquí hay 5 estrategias para lidiar con colegas desafiantes:
1. Mantener los amigos cerca, los enemigos también mejor
Puede que un colega difícil no sea tu oponente, pero cuanto más sepas de él, mejor podrás comprenderlo.
Confieso que, como representante del FBI, hay gente que me consideraba un colega difícil. Me arrepiento (a veces) de haber dejado bajas en la zona de la brigada, pero también entiendo que tenía motivos para adoptar mi postura. No estoy validando mis hábitos; hago este punto para enfatizar el valor de intentar comprender al colega difícil.
Una técnica budista recomienda que si una persona te hace sufrir, se debe a que ella también está sufriendo.
Si alguien se hubiera tomado la molestia de preguntarme por mis acciones, seguramente habría mencionado que soy una persona que se esfuerza demasiado. Como tal, me puse mucha tensión para destacar que, a veces, ¡no tenía tiempo para las mezquindades de la cortesía común! La tensión a la que me sometí para llevar a cabo operaciones encubiertas y crear recursos de inteligencia humana (humint) me pasó factura; acabé muy mal durante varios meses.
CONSEJO: Haz el esfuerzo de comprender que el villano de tu lugar de trabajo es una persona imperfecta, similar a ti. No es necesario que te gusten pero si puedes entender por qué imitan a un imbécil, podrías evitar por tu cuenta echar gasolina al fuego.
2. Saber qué es lo que te hace saltar la chispa
Ninguna persona escapa de la infancia sin unas cuantas contusiones y también rasguños. Todos tenemos factores que nos encienden y que provienen de nuestra infancia, nuestra vida familiar y nuestras relaciones. La ira o la irritación pueden activarse cuando menos lo esperamos. Reaccionamos a una situación o a algo concreto en lugar de elegir nuestra reacción.
Más bien, analiza por qué respondes a personas o situaciones concretas de forma desfavorable. La fuerza psicológica es la gestión de sus emociones, pensamientos y comportamiento de manera ins que sin duda le preparará para el éxito. Es necesario ser lo suficientemente asumido para mirarse a sí mismo con honestidad y empatía. Esto puede indicar volver a los daños de la infancia para descubrir los patrones de creencia que te están saboteando actualmente.
CONSEJO: No seas un pelele. Controla cuáles son esos botones y quién, o qué, los presiona. En lugar de ver a los asociados difíciles como una carga, en realidad podrían ser su boleto para un desarrollo profesional notable.
3. Guarde la defensa de lo que importa
Evalúe a la persona y la situación para poder eliminar los «falsos desencadenantes» que producen una ansiedad innecesaria en su entorno. Si no puedes, quedarás a merced de los acosadores del lugar de trabajo, ya que ellos sabrán cómo ajustarte. Al pulsar uno de sus interruptores, pueden hacerte parecer hipersensible, débil o crédulo.
CONSEJO: Sé receptivo, no reactivo, cuando alguien te presione los botones. Una reacción instintiva nunca es una buena opción.
4. Controla la ira
El temperamento se desata cuando sentimos que nosotros, o un colega más, hemos sido tratados injustamente por el socio difícil. Hay una serie de factores por los que el temperamento no es una buena respuesta:
- Es una emoción indeseable
- Es malo para la salud y el bienestar
- Nubla tu juicio
- Te hace parecer un aficionado
Evita la rabia en la oficina. Si te ves envuelto en un problema continuo en el trabajo, corres el riesgo de que te consideren incapaz de manejar la situación como un profesional experimentado. Y lo que es peor, puede que también te tachen de ser un asociado desafiante.
CONSEJO: No se encienda en el calor inmediato de un conflicto. En su lugar, permítete observar lo que está ocurriendo sin dejarte atrapar por ello (la meditación puede ayudarte con esto). Si sientes que no puedes regular tu ira, intenta ganar tiempo. Aquí tienes algunas ideas:
- » ¿Puedo tener un poco más de tiempo para asumir esto? Ya te responderé».
- » Esto no está en la agenda de hoy. ¿Podemos hablarlo más tarde?»
- » Tengo una fecha límite. ¿Puedo volver a hablar de ello?»
Beneficios: sal del escenario tan rápido como puedas para poder elegir si esto es un capital que quieres dejar pasar. Si no, espera a que tus sentimientos estén controlados y entonces selecciona tu respuesta en lugar de responder con pensamientos negativos.
5. Afrontar el conflicto
Evitar los problemas tampoco es constantemente una sugerencia fantástica. Mantenerse alejado de las discusiones y los problemas también desarrolla la ansiedad.
Si se enfrenta a un socio difícil, tómese un tiempo para evaluar la circunstancia. Piensa en cuál sería el resultado perfecto para ti. ¿Qué esperarías conseguir de una discusión con tu compañero de trabajo?
Hable de la situación con otros compañeros de trabajo para conocer su análisis. Podrían aportar sugerencias y observaciones positivas.
No critiques, ni condenes, ni juzgues. Menciona lo que ambos acordáis al principio de la conversación.
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