Actitud positiva en el trabajo – Como empleado o francamente cualquier «papel» que desempeñes en tu vida, es muy importante mantener una actitud positiva. La positividad no sólo te afecta a ti, sino también a las personas que te rodean, y contribuye en gran medida a crear un entorno de oficina óptimo. No es ningún secreto que los empleados felices son más productivos, lo que a su vez conduce a una cultura de alto rendimiento para cualquier empresa.
No es fácil mantener una mentalidad positiva en todo momento y, de hecho, puede ser todo un reto si te encuentras en un trabajo difícil. Por ello, a continuación se ofrecen algunos consejos y trucos para ayudar a mantener una actitud positiva en el trabajo:
Cómo mantener una actitud positiva en el trabajo
1. Busca y rodéate de gente positiva
Si te relacionas con personas a diario, sus perspectivas y puntos de vista pueden acabar impregnando tu forma de pensar. Por ejemplo, si estás rodeado de personas negativas y que se quejan todo el tiempo, normalmente te encuentras (conscientemente o no) adoptando aspectos, si no todas, de sus perspectivas. Para evitarlo, intenta rodearte de gente positiva. Los compañeros de trabajo a los que les gusta su trabajo, y que tienen aficiones fuera del trabajo que disfrutan haciendo, tienden a ser más positivos. Por supuesto, a menudo no puedes elegir a tus compañeros de trabajo, pero puedes intentar ser consciente de cuánto tiempo pasas cerca de ellos.
2. Llena tu mente de positividad
Aunque es importante rodearse de gente positiva, es igualmente crucial asegurarse de que su propia mentalidad es positiva. Si te resulta difícil mantener una actitud positiva en el trabajo, intenta escuchar música alegre y audiolibros emocionantes, lee libros y artículos alentadores y escucha podcasts positivos. Intenta apagar las noticias de tu teléfono u ordenador, ya que suelen contener acontecimientos negativos y trágicos a diario. Puede parecer obvio, pero mantener tus pensamientos centrados en contenidos agradables y positivos puede afectar enormemente a tu estado de ánimo.
3. Establezca puntos altos para su día, semana y mes
Ciertamente puede ser difícil mantener una perspectiva positiva si los días se sienten tristes y monótonos. Establecer puntos altos para usted mismo puede darle algo que esperar. Estas inyecciones pueden incluir pequeñas cosas diarias, como tomarse un descanso a una hora específica con un colega favorito, asignar tiempos incrementales para avanzar en un proyecto personal o recompensas semanales más grandes, como comer en un restaurante en lugar de llevar el almuerzo una vez a la semana. Otra estrategia popular es organizar un equipo deportivo de compañeros de trabajo, como el voleibol, o incluso organizar una sesión de juegos de mesa durante la hora de la comida.
4. Establezca y complete sus objetivos
Una de las formas más comunes de mantener un enfoque positivo en el trabajo es establecer una serie de objetivos (acordados mutuamente con su líder). Los objetivos no sólo le ayudarán a gestionar los proyectos, sino que le proporcionarán indicadores que pongan de manifiesto los avances y el éxito. Las investigaciones sugieren que los altos niveles de compromiso y la satisfacción general en el trabajo están directamente relacionados con la percepción del valor añadido de las propias contribuciones.
5. Cree un plan para su día
Una rutina proporciona una buena estructura para cumplir los objetivos a lo largo del día. Una rutina matutina es especialmente útil, ya que es un momento en el que la gente suele estar más alerta.
Una rutina debería ayudarle a:
- Realizar las tareas importantes
- Tomar descansos en el momento adecuado: para maximizar su eficacia, no deben interrumpir el flujo
- Dejar las tareas más sencillas para el final del día, cuando la gente suele estar más cansada
- Terminar cada día preparado para empezar el siguiente
6. Preséntese en el lugar de trabajo como un profesional
Afrontar el día de forma profesional es una gran manera de ayudar a mantener una actitud positiva en el trabajo. Si algo está afectando a tu positividad, adopta un enfoque más constructivo frente a lo que puede ser interiorizar las cosas a nivel personal. Esto es trabajo y requiere que mantengas esa perspectiva.
Esto también incluye ser proactivo en los inevitables problemas que saldrán a la luz, y asumir la responsabilidad. Si temes algo, como una interacción con un cliente concreto, simplemente acepta las circunstancias y decide de antemano que tu único objetivo es mantener la atención en el asunto y tratar de resolverlo de verdad. Si determinas tu reacción con antelación, podrás proceder de forma tranquila y más centrada.
7. Autocontrolar cualquier tendencia a quejarse
Quejarse es un camino de ida hacia la insatisfacción. Rara vez se consigue algo y puede disminuir la moral de todos los que te rodean. Por no hablar de que te aleja de los demás, ya que la mayoría de la gente tiende a cansarse rápidamente en medio de alguien que se queja. En su lugar, intenta encontrar el origen de tu descontento e identifica qué es lo que puedes hacer específicamente para solucionarlo. A menudo se trata simplemente de poner en perspectiva un asunto y aceptar que no puedes influir en la situación.
8. Sea curioso y mire a largo plazo
Para mantener con éxito una actitud positiva en el trabajo, debe abrazar un camino de aprendizaje profesional. Si te niegas a trabajar en nuevas habilidades o ideas, tu entorno de trabajo se estancará y, en última instancia, será poco gratificante. Puede ser útil mirar hacia adelante, hacia tus objetivos de desarrollo profesional a largo plazo, y visualizar cómo el aprendizaje de una habilidad específica puede apoyar esa dirección.
Una actitud positiva en el trabajo y más allá
Utiliza e incluso difunde estos consejos entre tus compañeros: mantener un enfoque positivo en tu vida laboral diaria puede servir para revitalizar tu perspectiva y, en última instancia, extenderse a otros aspectos de tu vida.